La principal función de un psicólogo de adicciones en Zaragoza es la de ayudar a esos pacientes que necesitan de una atención profesional y de grandes dosis de confianza. En esta ocasión no vamos a hablar de las adicciones tradicionales a las que ya nos hemos referido en otros artículos de este blog sino a lo que podríamos llamar las dependencias emocionales.

Con este nombre definimos una necesidad afectiva extrema que una persona siente hacia otra, lo más habitual es que este sentimiento se manifieste en algunas relaciones de pareja pero también puede darse en las familiares y entre amigos. Por nuestra experiencia como psicólogo de adicciones en Zaragoza podemos afirmar que las relaciones de dependencia están basadas en la sumisión y la subordinación, por lo que son relaciones desequilibradas. Se siente una necesidad desmesurada de aprobación por parte de la pareja y una preocupación excesiva por agradarle. Si la persona por la que se siente esa dependencia no se muestra receptiva o no manifiesta cariño, se produce un sufrimiento en el dependiente que está cercano al producido por la abstinencia. En este tipo de relaciones se antepone la persona amada y sus creencias a las de uno mismo y se tiene un terror desmedido a la ruptura.

Uno de los síntomas claros de esta dependencia es la forma en la que se resiente la relación con el resto de personas del entorno del paciente, reduciéndose las relaciones laborales, las actividades sociales, el ocio compartido, etc.

El primer paso para solucionar este problema, como ocurre en prácticamente la totalidad de las adicciones, pasa por el reconocimiento del problema tomando conciencia de lo perjudicial que es una relación así entendida. Una vez dado este paso, en Aytera te podemos ayudar.