Cuando hablamos de adicción al alcohol en Zaragoza lo primero que hay que considerar es que no es lo mismo que el abuso del alcohol. La adicción al alcohol no es un problema surgido del libre derecho a decidir, si no que representa un consumo compulsivo de alcohol, del que es imposible salir sin ayuda.

Uno de los grandes problemas que siempre se ha identificado con el alcoholismo que tratamos en Aytera es que sus afectados se niegan a reconocer su problema, a pesar de que sus consecuencias a nivel físico y social son devastadoras. El consumo compulsivo de alcohol daña el tejido cerebral del adicto, además de afectar notablemente a órganos vitales como los riñones, el corazón o el páncreas, entre otros. Pero es que a nivel social, estos individuos pueden llegar a sacrificar todo lo que es importante en su vida como el trabajo, su familia o su vivienda, con tal de consumir alcohol de forma habitual.

En Aytera somos de la creencia, como ya apuntan muchos estudios, que la adicción al alcohol en Zaragoza es un problema de salud pública que afecta a más gente de la que se piensa, y cada vez más joven, teniendo consecuencias en amplios sectores sociales.

Los médicos diagnostican alcoholismo cuando se dan al menos tres síntomas como el fuerte deseo o compulsión por beber alcohol, la incapacidad para controlar el comienzo del consumo de alcohol, síntomas de abstinencia o la tolerancia mayor al alcohol, es decir, cuando el adicto tiene que beber cada vez más alcohol para conseguir los mismos efectos, y, aunque es una enfermedad curable, también es muy alta la posibilidad de reincidencia.